El oro, una inversión recomendable para los buenos y los malos tiempos

La doble condición del oro, que es a la vez un bien de consumo y un activo de inversión considerado como refugio, le permite obtener buenos resultados tanto en momentos de crisis como en los buenos tiempos. Gracias a ello, su valor ha crecido un 11% de media durante los últimos 50 años.

El Consejo Mundial del Oro acaba de publicar la edición de 2021 de su informe “El oro como activo estratégico”, en el que repasa los factores que convierten al metal precioso en la inversión más adecuada del momento.

El informe menciona los “desafíos sin precedentes” a los que se enfrentaron los inversores en 2020, y que se siguen dejando sentir en 2021.

El principal de ellos es la pandemia de Covid-19, que ha aumentado el nivel de incertidumbre y que, a pesar del reciente despliegue de las vacunas, sigue provocando consecuencias inesperadas y cambios estructurales.

Por su parte, los bancos centrales han reducido los tipos de interés a cero, lo que ha provocado que la práctica totalidad de la deuda soberana esté generando rendimientos negativos.

Ello lleva a los inversores a buscar otros activos que compensen la falta de rendimientos, a cambio de una mayor exposición al riesgo en sus carteras de inversión.

A ello hay que añadir las políticas fiscales y monetarias destinadas a paliar el impacto de la pandemia en la economía, mediante la expansión del déficit presupuestario y de los balances.

“Creemos que estas acciones, en combinación con el entorno actual, han provocado que el oro sea cada vez más relevante como activo estratégico. Los inversores no solo se pueden beneficiar del papel del oro como un elemento diversificador en un entorno de déficits presupuestarios disparados, presiones inflacionarias y posibles correcciones de unos mercados muy sobrevalorados, sino que también pueden obtener un apoyo adicional mientras el consumo de oro se beneficia de la recuperación económica, especialmente en los mercados emergentes”, señala el informe.

El análisis realizado desde el Consejo Mundial del Oro demuestra que el metal precioso puede ser un excelente complemento para las acciones y bonos, y para mejorar los rendimientos de una cartera de inversión, compensando sus riesgos.

Éstas son sus ventajas, según el informe:

El oro es una fuente de rendimientos

El oro ha generado rendimientos a largo plazo tanto en los buenos tiempos como en momentos de crisis. Se ha revalorizado una media del 11% anual desde 1971 y ha superado los rendimientos de los principales activos de inversión en los pasados 5, 10 y 20 años.

Su ventaja sobre otros activos de inversión es que se trata de un depósito de valor a largo plazo, al tiempo que sirve como medio de cambio por su valor reconocido en todo el mundo y, además, cuenta con una importante demanda en los sectores de joyería y electrónica.

Protege de la inflación y la deflación

El oro se considera una protección frente a la inflación: su revalorización media anual del 11% en dólares supera a los índices de precios al consumo de Estados Unidos y del mundo.

En años en los que la inflación supera el 3%, el precio del metal ha crecido un 15% de media, ayudando no solo a conservar el capital, sino también haciéndolo crecer.

Además, en periodos de deflación, caracterizados por bajos tipos de interés, consumo e inversión reducidos y estrés financiero, la demanda de oro suele incrementarse.

Supera a las divisas fiat

Desde la desaparición del patrón oro y el colapso del sistema de Bretton Woods, el oro ha superado a la mayoría de divisas internacionales y commodities como medio de pago.

La clave está en su limitado suministro, que apenas ha crecido un 1,4% anual durante los últimos 20 años, frente a unas divisas fiat que pueden ser impresas de forma ilimitada.

Es un elemento de diversificación

El oro constituye el mejor elemento diversificador de las carteras de inversión, debido a su correlación negativa con las acciones y otros activos de riesgo.

Entre diciembre de 2007 y febrero de 2009, las acciones y otros activos de riesgo se desplomaron. Junto a ellos, también cayeron otras inversiones que hasta entonces se habían considerado elementos de diversificación, como los hedge funds, los activos inmobiliarios y la mayoría de las commodities.

En cambio, el precio del oro en dólares creció un 21% durante este mismo periodo.

Tiene un mercado muy líquido

El mercado del oro se caracteriza por su enorme liquidez. Se calcula que el oro físico en manos de los inversores y los bancos centrales está valorado en unos 3,7 billones de dólares, más otros 900.000 millones en derivados.

Esto hace que el mercado del oro tenga una enorme liquidez: cada día de 2020 se produjeron transacciones en este metal por valor de 180.000 millones de dólares.

Mejora el rendimiento de las carteras de inversión

La adición de oro a una cartera de inversión puede mejorar su rendimiento, al tiempo que contiene los riesgos.

La conclusión del informe del Consejo Mundial del Oro es que añadir un porcentaje de entre el 2 y el 10% de oro a una cartera de inversión ofrece un mejor rendimiento, compensa los riesgos y reduce la volatilidad.


Escrito por José Angel Pedraza en www.oroinformacion.com