La pandemia de coronavirus ya ha dejado sentir sus efectos en la economía global en una primera oleada, en la que se produjeron importantes caídas en los índices bursátiles, una sensación de pánico similar a la de 2008 e, incluso, una corrección en el precio del oro, que cayó a la par de las bolsas, al igual que en la última crisis. La situación de calma actual ha llevado a los inversores a lanzarse hacia activos refugio como el oro, a la espera de la segunda oleada de la crisis que, según los analistas, llegará muy pronto.
Como señalan desde Kitco News, el mercado del oro ha registrado una importante demanda desde el pasado lunes, 6 de abril, con un crecimiento del precio de más de un 3% en el día.
Según los analistas, el foco vuelve a estar en los 1.700 dólares la onza y se espera que esta misma semana, el precio del metal vuelva a registrar su nivel máximo de los últimos años.
La London Bullion Market Association (LBMA) cerró su sesión del 6 de abril con el oro a 1.648,30 dólares la onza, un gran salto desde los 1.613,10 con los que cerró el pasado viernes, 3 de abril. El precio spot, a primeras horas de la mañana del 7 de abril, alcanzaba ya los 1.660 dólares la onza.
Una subida que también se está registrando en los mercados de capitales: el S&P 500 subió más de un 4,5% en la sesión del lunes, 6 de abril.
En opinión de Jim Wyckoff, analista técnico de Kitco, esta subida de las bolsas constituye un indicativo de que el sentimiento de los inversores está mejorando, al tiempo que crece la esperanza de que la pandemia de coronavirus comience a remitir. Al remitir el pánico, los inversores se preocupan ahora por cuestiones más a largo plazo.
“Los inversores tienen ahora más confianza para entrar y comprar el metal como refugio, porque saben que vienen tiempos muy complicados, incluyendo el fantasma de un aumento de la inflación”, apunta Wyckoff.
Por su parte, Phillip Streible, jefe de estrategia de mercados de Blue Line Futures, cree que el pánico que asoló los mercados el mes pasado parece haber remitido. La decisión de muchos gobiernos del mundo de ordenar el cierre de los negocios no esenciales y pedir a la población que se quedara en casa para ralentizar la expansión de la epidemia provocó una enorme volatilidad que azotó a los mercados financieros.
Al mismo tiempo, gobiernos y bancos centrales de todo el mundo han inyectado enormes cantidades de dinero en los mercados financieros para apoyar a los consumidores y a la economía global.
En opinión de Streible, una vez que ha concluido el pánico, los inversores se centran en la amenaza inflacionaria que puede provocar el chorro de dinero inyectado a los mercados financieros.
“La gente se ha lanzado a acumular desde papel higiénico hasta oro. Creo que es cuestión de tiempo que el oro alcance los 1.700 dólares la onza y, en ese momento, se producirá un gran salto adelante, ya que los cortoplacistas se verán amenazados”, opina el analista de Blue Line.
Streible sospecha también que los inversores están aprovechando la subida de las bolsas para acumular capital con el que comprar oro como activo refugio.
Tomado de oroinformacion.com